sábado, 13 de mayo de 2017

Cités en Valparaíso, registro 13.05-2017




"Los cites solución moderna e higiénica del habitar colectivo, existen cites también en Santiago por ejemplo el cite las Palmas, en calle Matucana , Santiago , inaugurado en 1914.
Cité Faveró, cerro florida (1912), el colectivo Montgolfier, cerro Panteón , 1910, el cite San elsa, calle clave. Al costado de la matriz."


Una nota sobre mis apuntes del magister ciudad y territorio, seminario de Ximena Urbina:

Desde la mirada del historiador, y frente al poblamiento de Valparaíso, el fenómeno del conventillo aparece en el siglo XIX y XX, también denominado como la “etapa de oro de la vivienda degradada de Valparaíso”. También asociada a la generalización de la “cuestión social”, este fenómeno se asocia a la época de mayor crecimiento demográfico, y que coincide con la emigración campo-ciudad, dado por las extensiones de las líneas del ferrocarril, y que por entonces, era el medio de transporte predominante del sector.

Con mucha presión de los nuevos habitantes urbanos en las ciudades, se generaron bastos problemas, así como fue el caso del puerto de Valparaíso, cuyo establecimiento, hasta la actualidad, significa una puerta de entrada al territorio, desde el aspecto comercial (y de intercambio), y desde el turismo, así como por motivos laborales o por simple placer.

A finales de 1879, el puerto atrajo hombres y mujeres, de todas las profesiones asociadas. Según este estudio, el crecimiento en la ciudad a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX arroja los siguientes datos:

·              Año 1822: 6.000 hab.
·              Año 1834: 30.000 hab.
·              Año 1885: 115.000 hab.
·              Año 1905: 162.000 hab.

Las características particulares de los conventillos fue llamativo para sus contemporáneos y nacimientos de extensión, y que radica en la importancia dentro de la historia. El fenómeno conventillo generó documentación, entre ésta, la revista Sucesos, oriunda de Valparaíso. Muy consultada durante los primeros treinta años del siglo XX, esta publicación albergó contenidos asociados a noticias misceláneas de otros países.

Además de estudiar el proceso de hacinamiento, esta revista también dejó rastros en los registros municipales de la época, con énfasis en la dirección de policía urbana, sanidad, higiene, obras, y el deber de quienes tenían que visitar y catastrar los peligros a los cuales se exponían los más desfavorecidos en la ciudad.

Según los mismos registros municipales, el objetivo era cumplir la norma. Esto implicaba que las propiedades debían tener agua, pavimento interior, y un sistema de evacuación de basura entre los puntos principales. De acuerdo a estas normativas, la municipalidad protegía a sus vecinos de los dueños de conventillos; éstos, a su vez, debían ofrecer las condiciones mínimas de habitabilidad a sus arrendatarios.

Pero lejos de condicionar estándares de vivienda para el desarrollo, en la década de 1970 la prensa local, a través de publicaciones de El Mercurio de Valparaíso y el desaparecido Diario La Unión, denunciaron la precariedad de habitabilidad y absurdos cobros a los inquilinos. El problema social seguía latente, incluso medio siglo después.

Conventillo, rancho o cité, opciones de vivienda anterior al año 1906

Cabe aclarar que no es lo mismo cité que conventillo, aunque algunos cités hayan convergido en la misma época que los conventillos. El “cité” es higiénico y cumple con la normativa. Este modelo fue la primera vivienda social en Valparaíso, lo que significó una solución “moderna e higiénica”. El “conventillo”, en cambio, no cumple con la normativa, y su concepto surgió para denominar una forma de habitar, pero no desde una tipología arquitectónica, sino desde una concepción colectiva, y que suponía una forma precaria de habitar.

Los conventillos correspondían a casas unifamiliares, que luego fueron adaptadas por medio de tabiques a viviendas colectivas; construcciones precarias, cañón de piezas o cuartos redondos que daban a la calle, y poseedoras de una puerta solitaria, a su vez, la única fuente de luz. La pieza conectaba directo con el patio, que en este caso correspondía a la calle. Estas viviendas eran levantadas con materiales de construcción precarios, y carecían de privacidad e higiene. Es de esta caracterización, y la masificación de la problemática en el territorio, que surgió el dicho “los cerros se ven de conventillo”.

En la actualidad, sin embargo, los “conventillos” como tal no existen. Incluso ante la precariedad que puedan sufrir las viviendas en sectores de marginalidad (en cerros de difícil acceso, adherentes a pequeños espacios y/o en territorios no regularizados), éstas no cumplen con el perfil de la vivienda unifamiliar y tampoco con el nivel de insalubridad (dentro de un habitar colectivo) que predominaba en la época de la “cuestión social”. Hoy, en tanto, la mayoría de las viviendas –que no son tomas– cuentan con agua y alcantarillados.

Ranchos o “barrios trepadores”

Hacia la mitad del siglo XIX, la especulación de la pobreza, ante la limitada posibilidad de adquirir una vivienda, y por consiguiente, el fenómeno de los conventillos porteños, constituyó un proceso de ocupación de la ladera. Así, la necesidad de habitar a inmigrantes en los pocos terrenos fácilmente habitable, y causas como el poco suelo edificable o la imposibilidad de usar la altura y la lejanía, desembocaron en la alta demanda de los terrenos y en un posterior negocio (ampliamente lucrativo), donde aparecieron los ranchos.

Bajo el concepto llamado “el arriendo a piso”, que consistía en que “le pagas a alguien por estar ahí y levantas tu propia casa”, se utilizaron terrenos baldíos y eriazos que se fueron formalizando con el tiempo. Esto, con el objetivo de levantar a gusto del propietario, y evitar la forma de vivir que suponía un conventillo.

Los ranchos no sólo habitaron Valparaíso, sino las zonas aledañas a los territorios urbanos, tal como Santiago. Sus características radicaban en el prototipo de una vivienda particular, pero remontando a una ruca, con techos de paja y con menos precariedad que un conventillo, donde “se se vivía mejor pero más alejado”.

Los problemas de relación entre el rancho y el conventillo, proliferaron los conventillos como un rápido proceso de modernización, y lo que supuso desde “la cuestión social” una consecuencia explosiva de la emigración popular en las grandes ciudades del mundo occidental y en América Latina.



cité actual en Valparaíso, condiciones precarias por viviendas en estados críticos de habitabilidad.
registro de recorrido de hoy 12.05.2017 

























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